Como ya comenté en el artículo “Conoce lo que tu voz dice de ti”, el timbre de la voz es un aspecto que no se puede modificar. Es con el que nacemos y el que nos acompañará toda nuestra vida.
Hay personas que tienen un timbre muy agudo, incluso a veces algo estridente, otras en cambio, lo tienen muy grave y en el centro de ambas, están aquellas cuyo timbre es medio.
Lamentablemente las personas que hablan de manera muy aguda, proyectan menos seguridad que las que lo hacen de manera muy grave. Las primeras corren el riesgo de ser tomadas menos en serio. Pero como el timbre no se puede modificar, sí que podemos neutralizar esa falta de seguridad transmitida que provoca un timbre agudo, si la reforzamos a través de aspectos como la vestimenta. Por tanto, si eres una persona con un timbre agudo y quieres proyectar mayor seguridad y seriedad, opta por colores que te ayuden a ello (evita por ejemplo los colores pastel que siempre dulcifican mucho la imagen y merman la seriedad), utiliza chaquetas estructuradas en hombros que ayudan a dar una imagen más fuerte, opta por prendas de vestir que sigan líneas más rectas, estructuradas, tejidos algo más rígidos, etc.
Por el contrario, si eres una persona con un timbre de voz muy grave y te interesa neutralizar esa seriedad que proyectas a través de tu voz, también puedes aliarte con la vestimenta para conseguirlo. Opta por colores que te dulcifiquen (aquí sí son muy recomendables los colores pastel), utiliza prendas de vestir que sigan líneas más sinuosas, tejidos con algo más de movimiento, etc.
Por supuesto todo lo citado arriba es en términos generales, lo que habría que determinar son las características en las prendas de vestir más recomendables a cada persona en función de su fisionomía y de sus objetivos de comunicación.
No sólo la vestimenta te ayudará a neutralizar en alguna medida los efectos del timbre de tu voz, también te pueden ayudar a conseguirlo otros aspectos como el lenguaje corporal, pero esto, ya lo veremos en otro post. Así que has de estar bien atento.
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Marina Fernández Estacio
23 mayo, 2014 de 09:24Hola Carmen,
En tu caso te sugiero que trates de aportar una mayor seriedad a través de elementos como la vestimenta, los colores, tu lenguaje corporal… así conseguirás compensar la «falta de seriedad» que te hace transmitir el timbre de tu voz.
¡Muchas gracias por tu comentario!
Carmen Gutiérrez
5 mayo, 2014 de 08:51¡Qué interesante! jamás me había planteado que la ropa pudiese alterar aspectos como el timbre de la voz. Mi voz es bastante aguda y ahora puedo entender por qué la gente no me toma muy en serio… incluso lo noto en casa con mis hijos, que respetan más a su padre. ¡Gracias por el artículo!