Para la gran mayoría de personas, la postura es un tema poco agradable sobre el que nuestros padres solían advertirnos. Pero para un psicólogo u otro profesional que sepa sobre la comunicación no verbal la postura con la que está sentado en una reunión, charla o entrevista constituye una señal indicadora sobre la naturaleza de sus problemas.
La postura es la expresión de las actitudes de una persona y sus sentimientos hacia las personas que tiene delante y/o acompañan. Leí hace poco, que un investigador descubrió que es muy frecuente imitar la actitud corporal de los demás. ¿Cuántas veces hemos visto dos amigas que están tomando un café y se sientan exactamente del mismo modo? Sí; la pierna izquierda cruzada sobre la pierna derecha, con el codo derecho apoyándolo sobre la cabeza. O incluso a la inversa, como si fuera la imagen reflejada en un espejo. Esta situación se denomina: posturas congruentes. Dicho fenómeno explica que siempre que dos personas comparten un mismo punto de vista, suelen compartir también una misma postura.
Cada persona tiene una forma característica de “manejar” su cuerpo cuando está de pie, sentado o caminando. Es tan personal como la forma de escribir y la firma. Son la clave de su carácter.
Entonces debemos de tener cuidado y evitar algunas posturas y acciones. Es cierto que hay diferentes situaciones sociales en que las posturas se consideran adecuadas y otras que no. Si estamos en una entrevista de trabajo, evitaremos apoyar la espalda como si estuviéramos en el sofá de casa, evitaremos abrir las piernas en exceso y mantener la mirada fija en el otro. Intentaremos no cruzar los brazos.
Deberemos inclinarnos levemente hacia delante, de una manera relajada, con la espalda algo encorvada. Así demostraremos cierta simpatía y predisposición de escucha. Nunca estaremos rígidos, sino adoptaremos una postura natural.
Y por último una sonrisa, una inclinación de la cabeza y una pequeña inclinación de los hombros, disminuirá nuestra tensión corporal.
Puedes ponerlo en práctica con tus conocidos y verás que hay un cambio positivo.
¡Funcionará!
Gracias por leer, no dudes en comentar.
Un saludo emocional, de tu psicólogo en Valencia Enric Valls.
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