Ponte en valor! Hablar en público es una habilidad de comunicación que se aprende y se entrena. Además, te ayudará a crecer y a promocionarte personal y profesionalmente.
Hablar en público nunca ha sido tan necesario e imprescindible como ahora cuando se habla tanto de emprendimiento, de startups, de marca personal y de formación. La comunicación en público es una competencia muy estratégica para todas las profesiones y una oportunidad para destacar y brillar ante tanta competencia. El éxito dependerá de una serie de claves o de cuestiones que hay que tener presentes cuando se estructure el discurso, ponencia, conferencia o cualquier acto de comunicación. ¿Cómo cuentas el mensaje?, ¿Qué quieres transmitir?, ¿Cómo adaptas la comunicación a la audiencia a la que te diriges?, ¿Cómo captas su atención?, ¿Cuál es el objetivo del discurso o del acto de comunicación? Pero la buena noticia es que existen técnicas para conseguir ser más eficaz en comunicación. Este post no solo puede ser útil para aquellas personas que tienen una presentación ante una audiencia numerosa, también puede serlo para un proceso de negociación one to one como la venta de un producto, para una entrevista de trabajo, para formadores o docentes, en definitiva, para cualquier acto de comunicación que se desarrolle en el ámbito profesional y personal.
Descubre tu verdadero potencial a través de la comunicación.
El contexto: Sociedad de la Información = Sociedad de la Infoxicación.
No hay nada como saber en qué contexto estamos para poder comprender que ‘despertar’ y ‘reforzar’ la habilidad de hablar en público es primordial.
El exceso de información o infoxicación es la gran enfermedad de la sociedad de la información dominada por la digitalización. Cada uno de nosotros manejamos a diario un gran volumen de informaciones, contenidos, datos que podemos recibir y obtener de Internet. Y esto cambia la actitud de nosotros ante cualquier acto de comunicación.
No sé si eres consciente de que estamos inmersos en la Economía de la Atención. Es por este motivo por el que hay que emplear fórmulas o técnicas para atrapar la atención de la audiencia, en una era donde ser escuchado o leído se torna difícil. Precisamente, unas de las reglas fundamentales de la Economía de la Atención se basa precisamente en no aburrir a la audiencia y despertar su interés.
Todas las claves que se van a desarrollar a continuación, las extraje precisamente de la conferencia Hablar en público, una oportunidad para brillar que dio José María Palomares en la Universidad Europea de Madrid el pasado mes de marzo. Debido a su gran interés y utilidad me permito compartirlas esperando que puedas ponerlas en práctica cuando te sea posible.
Algunas consideraciones antes de un acto de comunicación.
· 1.- El objetivo y propósitos de la comunicación.
Definir el objetivo y los propósitos en un acto de comunicación es el primer punto de arranque. Para ello hay que tener muy claro qué quiero conseguir de mi audiencia. Todo acto de comunicación tiene que tener un propósito u objetivo. Pues bien, aun siendo lo más importante, por lo general, en este punto se peca mucho: la mayoría de los ponentes y conferenciantes derivan sus energías hacia otros derroteros.
· 2.- El mensaje. La idea fuerza es la clave.
La idea fuerza hay que expresarla desde el principio. Concentra tu idea en una frase clara y concreta que marque el sentido de la presentación y dé a la audiencia una razón para escucharte.
El reto es conseguir que nuestro mensaje sea relevante para la audiencia.
Las ideas fuerzas dependerán del propósito que tenga el acto de comunicación. Por lo general suelen tener un propósito informativo o persuasivo.
La simplicidad es la clave de la sofisticación.
Claves para un mensaje eficaz.
- Relevante e interesante. Esta es una condición primordial para que la audiencia conecte. Hay que trabajar mucho este aspecto.
- Clara y Concreta. Si eres capaz de expresar en una sola frase la ‘idea fuerza‘, entonces has dado con la clave. En este punto, es vital diseñar un titular estratégico y que la presentación gire en torno a él. Hay que limitar el número de ideas a exponer y seleccionar cuáles son las que queremos destacar. No olvidar las emociones porque es el ingrediente que hace conectar con el público.
- Fácil. El mensaje tiene que ser fácil de entender. Destierra los tecnicismos porque malgasta la energía de la audiencia y puede ser el motivo de una fuga de atención. Hay que tener presente que el ser humano tiene una memoria limitada y selectiva. Ponte en su lugar. El truco es extraer dos o tres conceptos claves y que los argumentos giren alrededor de ellos.
- Concreta. Concéntrate en argumentos que aporten beneficio a la audiencia. Así es como se tiene despierto el interés. Hay que prescindir y evitar los argumentos que no aportan nada a nuestro objetivo. No pongamos ingredientes que hagan que la audiencia se distraiga y desconecte.
- Creíble. Fundamental. Es uno de los factores que determinará el éxito de una presentación. También debes tener en cuenta que este aspecto no sólo depende del discurso en sí, hay elementos que lo refuerzan como la reputación del orador o de la empresa que representa.
- Breve. «Menos es más» ¿Sabías que la capacidad de atención de una persona es limitada?
Pues sí, tienes 20 minutos como mucho para el propósito marcado en comunicación.
El secreto de aburrir a la gente consiste en decirlo todo. Voltaire (1694 –1778)
Hay que hablar en términos de beneficios para la audiencia. La atención fluctúa. ¡Atención con la distracción! Hay que conocer y dominar la curva de atención de la audiencia en un acto de comunicación porque nos ayudará a gestionar los tiempos y así conseguir el objetivo que nos hemos trazado.
Lo bueno, si es breve, dos veces bueno.
Evitar la distracción de la audiencia porque en determinados momentos es muy fácil que esta pierda su atención. La curva de la atención se inicia en un punto muy alto, va disminuyendo a medida que el mensaje continua y vuelve a ascender hacia el final del mensaje. Hay que tratar de combatir esta tendencia haciendo un esfuerzo especial hacia la mitad del mensaje con objeto de que nuestra atención no decaiga.
Elevator pitch o discurso del ascensor.
El elevator pitch o también llamado discurso del ascensor es una excelente técnica que nos permite comunicar de manera eficaz porque transmitimos lo esencial, de manera impactante en el mínimo tiempo posible. Es un discurso aprendido e interiorizado por el comunicador, que está diseñado para despertar el interés del interlocutor. Esta técnica se emplea mucho en el sector de las startups, especialmente en las rondas de financiación pero se puede extrapolar a cualquier acto de comunicación. Si lo aplicas, ¡el éxito está garantizado!
Si no puedes explicarlo de forma sencilla, es que no lo entiendes bien. Albert Einstein.
Los puntos esenciales de un elevator pitch son:
- Quién eres, qué haces y qué sabes.
- Cuál es el valor añadido de tu propuesta. Cuáles son los elementos diferenciadores.
- Transmite pocas ideas pero que tengan fuerza.
- Genera curiosidad y apela a las emociones.
- Cierra una reunión posterior.
Una conversación de ascensor puede ayudarte a cumplir un objetivo.
¿Te imaginas que cuentas solo con 20 segundos para captar la atención de una persona que puede ayudarte a cumplir un objetivo? ¿Qué deberías decirle mientras vas con él en el ascensor de la planta 0 a la 12? Si quieres ver cómo sería un elevator pitch, aquí te dejo un vídeo [3 minutos de duración] de la experta en comunicación, Antonella Broglia.
· 3.- La audiencia sufre de infoxicación.
Hay que saber todo de la audiencia: el número de personas, el idioma, el perfil, actitud, qué expectativas tienen, quién es quién. Todo esto te permitirá adaptar el mensaje a la audiencia y hacer que este sea relevante.
La interacción con la audiencia no siempre es buena, todo dependerá del objetivo del acto de comunicación.
También es bueno saber quién eres tú para la audiencia.
“La relevancia en comunicación pasa por ser diferente”.
Ser consciente que la persona que nos va a escuchar está saturada de información.
Por este motivo no se puede emplear la misma metodología que todo el mundo. Cuando nuestro mensaje es relevante, tenemos que ser diferentes, y por supuesto en la forma de expresarlo. Con las presentaciones, en su mayoría hechas con PowerPoint, se tiende mucho al ‘corta y pega’ y hace que el momento de comunicación no sea relevante. Abundan presentaciones repletas de texto, de imágenes sin calidad y lo que es peor con poca imaginación. Hay mucho profesional del ‘corta y pega’.
En 2001, Seth Godin en su manifiesto Really bad PowerPoint advirtió que el PowerPoint ha hecho mucho daño a la humanidad en referencia a los graves errores que se han cometido en el diseño de presentaciones en entorno empresarial. El experto en marketing desmitifica la herramienta de Office y carga sobre ella por el mal uso que se hace de la misma. Dice que detrás de una presentación elaborada con un PowerPoint no hay un acto de comunicación real, que por lo general quien está transmitiendo el mensaje, está ocultando lo que ha venido a exponer. No hay que olvidar que la presentación es una herramienta complementaria, de apoyo al mensaje o idea que queremos transmitir. Por lo general se abusa del texto y no se introducen elementos multimedia impactantes que emocionen y refuercen el mensaje. Godin dictó nueve consejos para hacer que las presentaciones impactaran en la audiencia.
En definitiva, plantea tu acto de comunicación en público con una lógica comercial. ¡Piénsalo! Cada vez que hablas en público estás vendiendo una idea. Te mueres por conseguir que llegues a influir, persuadir, motivar o convencer a tu público, de tal manera que provoques en él la acción que esperas, es decir, tu objetivo. En este sentido, también es interesante el planteamiento que hace Godin cuando dice que hacer una presentación es como hacer una venta emocional. ¡Suerte y ánimo!
GRACIAS POR LEER ESTE POST.
ESPERO VUESTROS COMENTARIOS.
SALUDOS
GEMMA ALCALÁ
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