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CUANDO HABLES EN PÚBLICO EMPIEZA ARROLLANDO

CUANDO HABLES EN PÚBLICO EMPIEZA ARROLLANDO

junio 20, 2014 9:04 am by: Categoría: Hablar en público 7 Comentarios A+ / A-

Si vas a hablar en público no te queda más remedio que centrar todo tu esfuerzo en intentar lograr su atención en los primeros 90 segundos.

Bueno, me da igual 90 segundos que un minuto o dos minutos. El tiempo no es exacto. Dure unos segundos más o menos ese momento de intensidad comunicativa, lo que sí tienes que conseguir es despertar el interés por escuchar más de ese tema. Si lo logras tendrás una buena parte de la batalla ganada. Si no lo consigues es posible que pierdas esa guerra. Piensa que si no captas mi atención al principio, automáticamente echaré mano al bolsillo, sacaré el móvil y me pondré a tuitear, chatear, ver la prensa del día o jugar con alguna aplicación; cualquier cosa menos escuchar ese rollo.

Y será muy difícil que en otro momento logres captar mi interés, aunque no imposible.

Debes tener en cuenta que ese interés de la gente cuando hablamos en público, ante grandes o pequeñas audiencias, es fluctuante; hay momentos de gran intensidad y otros en los que nos dispersamos porque lo que está contando el que habla no nos resulta interesante.

Ese gráfico imaginario donde ves que el interés sube o baja, sin saber muy bien cómo, tiene que servirte para ver en qué momentos puedes intentar recuperar la atención de la gente que supuestamente te está escuchando.

Un buen comienzo es el principio de una presentación exitosa. Pero no solo es necesario empezar bien, sino que también hay que seguir por ese mismo camino. Si comienzas bien pero sigues mal es como si hubieses empezado mal. Piensa que los seres humanos tenemos tendencia a recordar lo último y, por tanto, eso último tiene que ser mejor que lo primero.

Tenemos ya dos de las tres partes de nuestro discurso. El inicio, que será tan exitoso como capaz seas de captar la atención en un primer momento. Y en segundo lugar el desarrollo o contenido de esa charla, que ocupa más del ochenta por ciento del total de tu disertación.

Pero te queda algo más, lo más importante, la conclusión. Un buen cierre de tu discurso que deje un buen sabor de boca.

Esa conclusión tiene que lograr que la gente salga de allí encantada con lo que has contado. No te sirve cualquier conclusión, hay que buscar algo excepcional.

Imagina que has logrado atraer la atención al principio y mantenerla durante toda tu charla. Bien, pues llega el momento de rematar la faena. Si lo logras, habrás triunfado, pero si no lo consigues tu fracaso habrá sido completo. Por muy bien que lo hayas hecho durante hora y media, si en los dos últimos minutos la fastidias, la imagen que transmitirás será la del fracaso.

La diferencia entre uno y otro está en que la gente salga diciendo “pero qué bien que lo ha hecho, cuánto sabe, ha sido magnífico” o que salga diciendo que “no ha estado mal pero… no me acaba de convencer”.

Tú elijes. Si quieres lo primero tienes que trabajártelo, prepararte y ensayar. Y no improvises. No olvides que la mejor improvisación es la que se ha preparado previa y concienzudamente.

 

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Esta entrada no sirve de mucho sin el resto de las anteriores ni de las posteriores. Una campaña de comunicación no es una acción aislada sino un conjunto de estrategias que nos llevan a un mismo fin: lograr presencia mediática.

 

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Acerca de Juanma Romero

Soy licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo Electrónico por el Grupo Recoletos. Redactor de TVE desde 1985, con responsabilidades en los telediarios de TVE. Entre 2007 y 2012 he sido editor de informativos de Canal 24 Horas. Posteriormente director de Los Desayunos de TVE. En la actualidad soy director y presentador de Emprende, programa que emite semanalmente Canal 24 Horas y todos los canales internacionales de TVE. Desde 2007 hasta 2013 he sido considerado uno de los 10 mejores profesionales de Comunicación en España según Top Ten Business Experts. En 2014 he recibido dos premios de ámbito nacional por mi aportación al mundo del emprendimiento. Soy coautor de ¡Que se entere todo el mundo! (2013), editado por Empresa Activa, de Uso y abuso de la tecnología (2006) editado por Sekotia, y de En patera y haciendo agua (2011), editado en formato digital; fue el primer libro bilingüe en castellano y lenguaje SMS publicado en la Unión Europea. En noviembre de 2013 viajé a San Francisco, California. Allí impartí un taller en el Spain Tech Center, a las empresas instaladas en la aceleradora que allí han emplazado ICEX España Exportación e Inversiones, Red.es y Fundación Santander.

Comentarios (7)

  • Paco Castaño

    Muchas gracias, María.

    Si entiendo bien las técnicas que comentas, me las imagino más en un ámbito de audiencia reducida y cercana, ¿no? Invitar a participar a las personas del auditorio, preguntarles por su experiencia y esperar que respondan, me lo imagino muy difícil de hacer subido a un estrado ante cientos de personas.

    Para mí lo difícil es cambiar a mitad de sesión si ves que se te duerme a audiencia. Hay que tener muchas tablas parar hacerlo sin que se note, o mucho desparpajo para hacerlo notándose delante de todos.

    Gracias de nuevo.

    PAco

  • Paco Castaño

    Muchas gracias Juanma.

    Entendido lo de llegar al corazón sin excentricidades.

    PAco

  • Username*

    Hola Norma. Cuando estás a la mitad es dificil. Pero si llegas ahí ya habrás andado la mitar del camino. Lo difícil es al principio. Bueno, más que difícil, que no lo es, lo que tienes que lograr es captar su atención con algo que les interese o una pregunta. Imagina que estoy dando una charla para hablar en publico. Si a la gente le pregunto que cuántos tienen miedo de habar en público, que serán casi todos, ya he captado su atención.
    A partir de ahí tienes que seguir jugando con ese concepto e ir aportando soluciones.

  • Username*

    Chistes solo cuentas si eres gracioso, si no mejor no lo hagas. Cuenta anécdotas, esto le llega a todo el mundo, y busca la anécdota en función de tu público: edad, intereses profesionales, culturales hijos o edad de los hijos. Cualquier cosa que te permita llegar a ellos. Parece complicado, y lo es. Pero con preparación se consigue.

    Además, tienes que mirar a todo el mundo. Si hay poca gente, de uno en uno. Si hay muchos, por bloques. Es una técnica que se adquiere con formación y, sobre todo, practicando.

    Nada de gritar ni hacer «cosas raras», tiene que llegar a su corazón no a esa parte del cerebro que registra las excentricidades.

  • María

    Estimado Juanma Romero: muy interesante tu publicación, registra en forma real lo que nos sucede a quienes ejercemos la docencia, talleres, en fin, la actividad que te enfrenta con distintos auditorios en el día a día.
    Quisiera dar algunas ideas sencillas frente a la consulta que hace Paco. Mi metodología para comenzar la comunicación con un auditorio comienza por mi presentación, en la cual incluyo los datos fundamentales de mi trayectoria, pero solo aquellos que pueden crear un interés especial en ese grupo, trato de incluirlos desde el comienzo como protagonistas en determinada historia de vida, y siempre les dejo una pequeña incógnita para el final, de la clase, del curso, para poder hacer un cierre en el que ellos van a estar presentes. No es para nada difícil lograr observar las actitudes de las personas, obviamente si un 50% toma su celular y no te dirigen la mirada, es un gran mensaje, si alguien se duerme, puede suceder que esté muy cansado, pero si varios están con sus ojos cerrados también estar alerta! Solicitar la intervención en diferentes momentos, ya sea comentando experiencias propias, o preguntando simplemente ¿a quién no le ha sucedido..? es una buena técnica, siempre se animan a traer sus propias experiencias, aunque digan que le sucedió a «un conocido». Y como dice Juanma, tengo improvisaciones preparadas para múltiples tipos de auditorios, aunque muchas veces es muy efectivo que surja la espontaneidad, evitando cualquier tipo de prejuicio o crítica que pueda generar una actitud negativa en ese auditorio, nunca olvidar que seguramente no conocemos a los integrantes de esos grupos.
    Saludos.

  • Paco Castaño

    Juanma, gracias por compartir este artículo.

    Es realmente tan cierto como dice. Hay que arrollar al público al empezar la sesión, pero eso no basta y hay que seguir arrollándolo durante toda ella, para acabar de igual forma.

    La pregunta es ¿de qué forma? ¿Les cuentas un chiste, les chillas, tropiezas al salir…? La siguiente pregunta es si esa forma te vale para todos los casos (esa improvisación preparada) o tienes que estar mucho más preparado y tener varias opciones ensayadas para irlas usando una tras otra si no logras el resultado adecuado.

    Y algo más, ¿puedes al mismo tiempo desarrollar tu presentación y estar atento a la atención que el auditorio te brinda? Mirar a uno o dos de los receptores de tu mensaje es posible, pero para estar atento a muchos más, no sé de qué forma se puede hacer.

    Gracias de nuevo

    Paco

  • Norma Romano

    Hola Juanma Romero,

    este artículo me resulta muy interesante, personalmente, creo que el momento mas difícil de retener la atención de la audiencia es cuando estás aproximadamente por la mitad de la presentación, mi consulta es ¿tenes alguna técnica en especial que apoye en esos instantes en que el público podría empezar a cansarse o hasta aburrirse y que ayude a mantener e inclusive a atraer mas a los participantes?
    Muchas gracias por la nota, muy a mi gusto!
    Norma Romano

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