Entre las innumerables ventajas que tenemos padres y educadores del hecho de convivir a diario con niños, una de las que más valoro es la posibilidad de leer cuentos con ellos.
Nadie pone en duda los beneficios que los cuentos aportan a los niños. Leer, cambiar, interpretar o inventar historias es un ejercicio fantástico que, además de favorecer el saludable hábito de la lectura, ayuda a mejorar el lenguaje, favorece el desarrollo de la imaginación y la adecuada gestión de sus emociones.
Por otra parte, disfrutar de la complicidad que surge en esos momentos de lectura compartida fortalece nuestro vínculo afectivo dando lugar a momentos mágicos e inolvidables donde los beneficios de leer cuentos son recíprocos.
Las ventajas son evidentes para los niños, pero también para los adultos. Leer en alto es un ejercicio muy recomendable a la hora de mejorar nuestra comunicación oral. Ser conscientes de lo que estamos leyendo; disfrutar con la lectura estableciendo las correspondientes pausas, utilizando la entonación adecuada, tratando de cuidar nuestra dicción; e incluso interpretando aquello que leemos, favorecerá no solo el gusto por la lectura de los más pequeños sino que mejorará también nuestras habilidades de comunicación fortaleciendo algunas de las cualidades imprescindibles en todo buen orador.
Así que no dejéis nunca de leer, contar e interpretar cuentos porque sus beneficios no tienen límite y son aptos para todas las edades.
GRACIAS POR LEER ESTE POST.
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UN SALUDO.
BELÉN EGEA.
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